domingo, 22 de noviembre de 2009

EL ORIGEN DE LAS COSAS SEGUN PARMENIDES

El origen de todas las cosas según Parménides
Desde que el humano desarrollo su inteligencia a buscado respuestas a muchos interrogantes de la vida cotidiana, como consecuencia a esta búsqueda del conocimiento se creo, entre el comienzo de muchas bellas ciencias, la Filosofía, y de ella se desprendieron muchos autores que hicieron posible su evolución.
Uno de estos grandes autores, Parménides, intuyo el origen de todas las cosas en su teoría del ser. Es importante saber o por lo menos hacer interrogantes acerca de nosotros mismos, el ser como tal, y esto buscaban y aun buscan los filósofos y antiguos es por esto que la finalidad de este ensayo es dar una idea de la relación que tenemos con nuestro entorno. Tratare pues, en el afán de buscar una respuesta de descubrir el origen de todas las cosas, basándome en Parménides y en su teoría de lo “Ente” y el ser.
Empezare por nombrar, los conceptos claves que Parménides trato en su teoría, para lograr entender mejor de que se trata y así desglosar más este voluminoso tema: el ser, el no ser, la nada, el cambio y lo Ente.
Es necesario decir que Parménides estaba convencido de que con el pensamiento solo se puede llegar a la verdad, ignorando los datos de los sentidos en la medida en que no respondan a lo que la razón muestra como verdadero. Parménides afirmaba que: “Es necesario decir y pensar que el ser es y que el no ser no es.”
El ser y el no ser
“Pero, ¿cómo es el ser? Parménides afirma que el ser es uno, inmutable, inmóvil, indivisible e intemporal. Las razones en las que fundamenta esta descripción son puramente lógicas. El ser es único porque, si hubiese dos seres, ¿qué los diferenciaría? ¿El ser? No, porque es lo que tienen en común. ¿El no ser? Tampoco: si el no ser no es, no puede ser causa de la diferencia. Por lo tanto el ser es uno. Además, el ser no puede cambiar: no puede cambiar hacia el ser, pues ya es, y ¿cómo podría cambiar hacia el no ser, si el no ser no es?”


Lo Ente y la nada
El Ente es, y no puede no ser pues este existe, y si este Ente puede ser y no lo fuese, entonces sería la nada, de la nada, no puede salir nada, de la nada no se puede pensar ni hablar.1. “El ente es íntegro, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la multiplicidad. Para admitir la división de lo que es tendríamos que reconocer la existencia del vacío, es decir, de lo que no es, lo cual es imposible. ¿Qué separaría esas "divisiones" del ser? La nada es imposible de pensar, pues no existe; y si fuera algún tipo de cosa que es, entonces no habría división. La continuidad de el ente se impone necesariamente, y con ello su unidad. Igualmente, ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de unos límites que lo encierran por todos lados.”
El cambio y el movimiento
El cambio y el movimiento son ilusorios no hay nada que se pueda convertir en algo diferente a lo que es exactamente, aunque Parménides sabía que la naturaleza daba grandes cambios ante sus ojos muy constantes, pero el siempre hizo caso a su razón aunque sus sentidos le dijeran lo contrario, así que el aseguro que el producto de los sentidos son solo ilusión.
Esto quiere decir que el mundo que nos muestran nuestros sentidos es de pura ilusión, de falsedad y por intuición el origen del universo es solo una ilusión que reflejan nuestros sentidos.
“Pero, ¿qué hay del mundo sensible, en el que encontramos muchas cosas, y de nosotros mismos, que somos muchos y estamos sometidos al cambio? Parménides mantiene la rigidez de su lógica y afirma que este mundo no es. Por ello sostiene que los sentidos nos engañan: nos muestran un mundo de multiplicidad sujeto al cambio..